REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
 
EN SU NOMBRE
 
JUZGADO PRIMERO DE MUNICIPIO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO VARGAS.
 
 
PARTE ACTORA: ADMINISTRADORA ALAMO, C.A., inscrita en el Registro Mercantil V de la Circunscripción Judicial del Distrito Federal y Estado Miranda, el día 7 de Junio de 1996, bajo el Nro. 19, Tomo 37-A-Qto.
 
APODERADA JUDICIAL DE LA PARTE ACTORA: MARIBEL HERNANDEZ MARIÑO, abogado en ejercicio, de este domicilio e inscrita en el Inpreabogado bajo el Nro. 38.346.
 
PARTE DEMANDADA: MERY JOSEFINA DELGADO, venezolana, mayor de edad, de este domicilio y titular de la cédula de identidad Nro. V-3.366.317.
 
APODERADA JUDICIAL DE LA PARTE DEMANDADA: No costa en autos.
 
MOTIVO: RESOLUCIÓN DE CONTRATO DE ARRENDAMIENTO.
 
EXPEDIENTE Nro. 9255.
 
Visto el anterior libelo de demanda, en el cual se lee en el petitum   textualmente:
 
 “Por las razones anteriormente expuestas es por lo que acudo ante su competente autoridad para demandar como en efecto demando a MERY JOSEFINA DELGADO, quien es venezolana, mayor de edad, de este domicilio, titular de la cédula de identidad N° 3.366.317, para que convenga o sea condenado por este Tribunal, en lo siguiente. PRIMERO: En la resolución por incumplimiento contractuales por “EL ARRENDATARIO” del contrato de arrendamiento suscrito en fecha 25 de Septiembre del 2002, sobre el apartamento N° 154 de la Torre B, anteriormente  mencionada con fundamento de lo previsto en el artículo 1.167 del Código Civil Venezolano.
 
SEGUNDO: Que como consecuencia de la resolución del contrato se le haga entrega del inmueble mencionado en autos.
 
TERCERO: En el pago de la cantidad de CUATROCIENTOS TREINTA Y TRES MIL DOSCIENTOS CINCUENTA Y CINCO CON TREINTA CENTIMOS (Bs. 433.255,30) por concepto de las pensiones de arrendamiento vencidas y no pagadas correspondientes al mes disfrutados por EL ARRENDATARIO  y no pagados Junio y Julio 2003, ambos inclusive, y los que se sigan venciendo hasta la sentencia definitiva…”
 
 
ESTE TRIBUNAL PARA PROVEER OBSERVA: 
 
De la trascripción realizada se desprende,  que la parte actora en el mismo libelo de demanda pretende la resolución del contrato de arrendamiento celebrado con la demandada y el pago de los cánones de arrendamiento adeudados correspondientes a los meses de Junio y Julio del año 2003, a razón de Doscientos Dieciséis Mil Seiscientos Veintisiete bolívares con sesenta y cinco  céntimos  (Bs. 216.627,65), cada uno. Es decir, el actor ha propuesto una demanda con dos pretensiones, resolución y cumplimiento  que son incompatibles entre si, porque una excluye la otra, por lo que ha habido una acumulación indebida.
 
El artículo 11 del Código de Procedimiento Civil,  permite al Juez  actuar de oficio cuando la ley lo autorice o cuando en resguardo del orden público o de las buenas costumbres sea necesario dictar alguna providencia, aunque no lo soliciten las partes, y el artículo 14 eiusdem,  prevé la figura del   Juez como   director del proceso, que debe impulsarlo de oficio hasta su conclusión.  En razón de ello, Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia de fecha 10 de abril del año 2002, declaro que:
 
“…la aplicación del principio de conducción social del proceso no se limita a la sola  formal conducción  del proceso en el sucederse de las diferentes etapas del mismo, sino que él encuentra aplicación provechosa en la labor que debe realizar el  juez para evidenciar, sin que se requiera la prestancia de parte, los vicios en la satisfacción de los presupuestos procesales, o cuando evidencie, también de oficio, la inexistencia del derecho de acción en el demandante  en los casos en que la acción haya caducado, o respecto  a la controversia propuesta se haya producido el efecto de la cosa juzgada o cuando para hacer valer una pretensión determinada se invoquen razones distintas a las que la ley señala para su procedencia o cuando la ley prohíba expresamente la acción propuesta. Todos estos actos están íntimamente ligados a la conducción del proceso, ya que si no se satisfacen los presupuestos procesales no nace la obligación en el juez de prestar la función jurisdiccional para resolver la controversia propuesta. 
 
En tal sentido, considera esta Sala que si nuestro ordenamiento jurídico establece que la relación jurídica procesal debe constituirse válidamente satisfaciendo las formalidades que la ley determina, sólo después de que se haya depurado el proceso de cualquier vicio que afecte la válida constitución de la relación procesal o la haga inexistente, es que nace para el órgano jurisdiccional  la obligación de conocer y resolver el fondo de la controversia. Por ello, para verificar el cumplimiento de los llamados presupuestos procesales, tanto las partes como el Juez están autorizados para controlar la válida instauración del proceso, advirtiendo los vicios en que haya incurrido el demandante respecto a la satisfacción de los presupuestos procesales…”
 
 
	En el caso bajo estudio, el actor  al acumular en un mismo libelo, la pretensión de resolución de contrato de arrendamiento   y el pago de los cánones de arrendamiento adeudados y los que se sigan venciendo, es decir, el cumplimiento del contrato con respecto a la obligación de pagar los cánones de arrendamiento, incurrió en una inepta acumulación de pretensiones. A este respecto el artículo  78 del Código de Procedimiento Civil expresamente establece, que no podrán acumularse en un mismo libelo pretensiones  que se excluyan mutuamente o que sean contrarias entre sí. Ya que si declaráramos con lugar la acción por resolución de contrato de arrendamiento no podríamos condenar al demandado a cumplirlo y ordenarle que pague lo que estaba obligado a pagar, vale decir, las pensiones de arrendamiento vencidas y por vencerse.
 
Conforme a lo antes expresado, debe este Juzgado declarar que en el caso de autos, existe en el libelo de demanda una inepta acumulación de pretensiones, y como consecuencia de ella, resulta inadmisible la demanda, por disposición expresa de la ley, (artículo 78 eiusdem). 
 
	Dado el carácter de orden público que ostenta la prohibición contenida en dicho artículo,  el principio de exhaustividad e iura novit curia,  este tribunal  declara que las pretensiones contenidas en la demanda, resultan contrarias a lo dispuesto en el citado artículo 78 eiusdem y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 341 eiusdem, resultan  inadmisible.
 
		En consecuencia, atendiendo los principios de economía y celeridad procesal,  este Juzgado Primero de Municipio de la Circunscripción Judicial del Estado Vargas, declara que las pretensiones de RESOLUCION Y CUMPLIMIENTO DE CONTRATO DE ARRENDAMIENTO contenidas en el libelo de demanda  presentado por ADMINISTRADORA ALAMO C.A. contra  MERY JOSEFINA DELGADO, resulta contraria  lo dispuesto en el citado artículo 78 eiusdem y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 341 eiusdem, resulta  inadmisible. ASI SE DECLARA.
 
	Por los razonamientos anteriormente expuestos, este Juzgado Primero de Municipio de la Circunscripción Judicial del Estado Vargas, Administrando Justicia en Nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, declara: INADMISIBLE la demanda que por RESOLUCIÓN DE CONTRATO DE ARRENDAMIENTO, incoara la ADMINISTRADORA ALAMO, C.A. contra la ciudadana MERY JOSEFINA DELGADO, antes identificados.
 
	Regístrese y Publíquese la anterior decisión. 
 
	Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Juzgado Primero de Municipio de la Circunscripción Judicial del Estado Vargas, en Maiquetía, a los siete (7) días del mes de Agosto de dos mil tres (2003).
 
	AÑOS: 193° de la Independencia y 144° de la Federación. 
 
LA JUEZ TITULAR,
 
 
LIZBETH ALVARADO FRIAS	
 
					                            LA SECRETARIA, 
 
 
				                             ABG. HAIDEE DE MEDINA.
 
 
 
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