Por su parte, la Jueza Rectora, Dra. Ana Casanova Rosales señaló que:
¿Con la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una vida Libre de Violencia, se quiere proteger integralmente a la mujer de cualquier tipo de violencia de género. Se quiere erradicar la conducta desviada del maltrato contra la mujer, elevando la conciencia social de la población, promoviendo los valores de la solidaridad, el respeto y la igualdad con relación a la mujer. Y se quiere también lograr una mejor convivencia social en las relaciones de pareja, en las relaciones intrafamiliares y en las relaciones de trabajo que vinculan a las mujeres.
Sin embargo, las leyes, los tribunales, los cuerpos represivos, el tratamiento multidisciplinario para las víctimas no dejará de representar un simple paliativo, si no se arrancan de raíz las causas que generan esta violencia. Factores económicos y socio-culturales actúan sobre hombres y mujeres y condicionan estas conductas desviadas que se materializan en violencia contra la mujer.
Sólo, en la medida que la ley que consagra el derecho de la mujer a una vida sin violencia se aplique con la mayor severidad, frente a todos, ricos y pobres, humildes y poderosos; en la medida que la opinión pública repudie este tipo de conductas; en la medida que las víctimas denuncien y se sancionen los responsables; en la medida que la escuela y la familia inculquen los valores del respeto y de la autoestima de la mujer; en la medida que los medios masivos de comunicación eliminen el morbo en el tratamiento de la información relacionada con estos hechos; en la medida que la mujer deje de ser utilizada como simple objeto de la propaganda comercial; en la medida que haya igualdad real de oportunidades en el mercado laboral para las mujeres, en los cargos públicos, en la academia, en suma, en la medida, que cambien todos los condicionantes de la conducta que genera este tipo de violencia, física, psicológica, moral, patrimonial, es que podrá erradicarse este tipo de comportamiento. Y ello sólo podrá alcanzarse en una sociedad estructuralmente más justa, libre de la explotación del hombre por el hombre como la que estamos construyendo en nuestro país. Es la forma definitiva de acabar con estos prejuicios, a través de una igualdad efectiva y plena de la mujer con relación al hombre.¿
El evento concluyó con un cálido agasajo ofrecido por la Coral del Poder Judicial del Estado Táchira, integrada por funcionarios judiciales bajo la dirección del Licenciado Pedro Hernández, quienes engalanaron el acto con la interpretación de nuestra música venezolana.
|